Aquí también te ofrezco la versión de audio, por si eres como yo
(me encanta escuchar, además de leer).

 

Este año he tenido muchas experiencias agradables, y otras no tanto…
He conocido una gran cantidad de personas diferentes y otras similares a mí. En la calle me cruzo con infinidad de personas que, si pudiera conversarles, encontraría historias con seguridad muy interesantes!
¿Cómo es que ellos me perciben a mí?

Cada persona es un mundo! Como cada uno es el resultado de su educación, su medio ambiente, la influencia por parte de otros, las noticias que recibe de los medios de comunicación… hay muchísimas variables en las personalidades. Todos de alguna forma estamos en una posición de irradiar amor, o ser causa de dolor… Y tú, qué irradias?

En nuestra vida cotidiana tenemos oportunidad de esparcir luz aún sin decir palabra, con sólo una actitud amable y una sonrisa espontánea. No podemos evitar que nuestra existencia afecte a toda la naturaleza.

Son muchas las personas que realizan sus labores con esfuerzo, dedicación y frecuentemente con creatividad y deseos de superación. No obstante, al encontrar un ambiente frío, indiferente, lleno de protestas y críticas, se va perdiendo el interés y se cae en un aletargamiento que hace que el ambiente laboral se vuelva pesado y de tortura. Esto es contagioso…!

Recuerda que nuestros pensamientos determinan nuestra realidad, pues atraen más pensamientos similares…
Estás dedicando demasiado tiempo a recordar lo que te disgusta? Entonces esa será tu experiencia de vida!
Te propongo que por este día, sólo te fijes en lo que te agrada alrededor tuyo: tal vez tus propios logros, o quizás puedas cruzar una palabra amable con un colega que no conoces muy bien. A lo mejor tu sonrisa sincera comienza a infectar positivamente a tu equipo de trabajo, y si haces reconocimiento de los logros de ellos, sin caer en el: “sí, pero….”  verás cómo cada vez más surgen mayores razones para apreciar y ser apreciado.

Cada vez que un pensamiento negativo se te cruce, haz el esfuerzo para encontrar la contra-parte positiva. Es un nuevo hábito que puede ser instalado en ese “disco duro”, el cual pide a gritos pasarle el “anti-virus” de la crítica y el deseo de pensar que “…sólo yo tengo razón….!”

Si aceptas este reto que te sugiero, con seguridad te sorprenderás de los resultados tan satisfactorios, y de que…era más fácil de lo que pensabas!

¡Que disfrutes de un feliz resto de semana!