Aquí también te ofrezco la versión de audio, por si eres como yo
(me encanta escuchar, además de leer).
La mayoría de las personas tiene una vida ya bastante estructurada: obedecen a un horario más o menos estable, tienen ciertas conductas de rutina, sus hábitos alimenticios son similares semana a semana, y hasta sus actividades recreativas se repiten con cierta periodicidad. En el mejor de los casos también pueden contar con un salario –nunca suficiente aparentemente- pero que por lo menos les permite llevar pan a la mesa y otras cuántas cositas.
Pero… son felices???
Si nos ponemos a pensar en cómo es realmente nuestra vida diaria, podremos apreciar que hay detalles llenos de bondad que no notamos fácilmente. Los que podemos desplazarnos de un lado a otro con cierta facilidad y sin dolor, lo hacemos de forma automática y “lo damos por descontado”. No se nos ocurre pensar en que hay quienes REALMENTE necesitan de ayuda extra para poder alcanzar algo o llegar aunque fuera al baño…
Pero hay en las calles ciertas personas que, en su intención de ganarse algunas monedas, prefieren apelar a la lástima del prójimo, exagerando su condición menos privilegiada, como por ejemplo que les cuesta caminar; y lo que están haciendo precisamente es pasando largas horas CAMINANDO de un lado a otro y estando de pie bajo el sol y la lluvia!
Y yo me pregunto: Habrán notado que el resto del cuerpo les funciona muy bien? Muchos de ellos aún tienen juventud y vitalidad, pero permiten que la vida se les vaya escapando entre los dedos que sostienen un vasito desechable para recibir unas pocas monedas que tal vez intercambiarán por un vaso de guaro al final del día…
La vida siempre busca el balance. A quien que le falta uno de los brazos, se le compensa con el otro bien fuerte y hábil. Al que le falta la vista, desarrolló una capacidad auditiva asombrosa. Hemos visto inválidos que en su determinación por triunfar, no sólo se convierten en profesionales excepcionales, sino que también se entrenan para participar en maratónicas con otras personas en condiciones similares. Ellos, en lugar de perder el tiempo quejándose, exploran su potencial para averiguar qué es lo que sí pueden lograr con lo que tienen y qué tan lejos pueden llegar!
La sábana blanca con un puntito negro, se convierte en una “sábana manchada e inservible” para el que sólo se enfoca en el punto. Para el que prefiere ver la blancura, se alegra de tener una preciosa sábana que se siente suave al tacto cuando se cobija con ella.
Cuéntanos: ¿Te has descubierto quejándote de algo que no tienes o no te gusta? Consideras que estas palabras te podrían ayudar a cambiar tu percepción al respecto?
Qué bueno es poder olvidarnos por completo de lo que ya no tenemos o aún no hemos conseguido, y en su lugar, hacer recuento de todos los talentos, las bendiciones y oportunidades que tenemos cada día…!
Me gustaría saber si estos mensajes te han sido de utilidad. Por favor escribe tus opiniones aquí en este blog, o envíame tus pensamientos a: info@alba-molina.com
QUE TENGAS UN MUY FELIZ RESTO DE SEMANA!